Es oficial: Luis Felipe Bravo Mena es el candidato del PAN para la gubernatura en nuestro estado. El problema no es ese; el problema es que el ex embajador de México en el Vaticano estuvo acompañado por una figura non grata dentro del panismo: el licenciado Diego Fernández de Cevallos.
Bravo Mena debe de tener cuidado. Él mismo es una figura muy controvertida, conservador en extremo y con valores muy fijos que no apelan a toda la población. Y además de eso, con el Jefe Diego a su lado, solamente está polarizando más su candidatura.
Todo está mal en la campaña del PAN para el Edomex. Eligieron un candidato incapaz de atraer el voto de las mayorías, y además sale una de las figuras del PAN de las que la gente tiene peor percepción a cobijar al candidato. Sumado a esto, tanto el PRI como el PRD tienen candidatos que apelan a una gran parte de la ciudadanía, y muy capaces de quitarle espacios al PAN ganados en años pasados.
Cuidado, porque, por lo menos en el Edomex, se ve venir una tormenta perfecta para el PAN.
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